Benedict Blackmont

Descripción Psicológica

El Rey Benedict es un hombre hecho para llevar corona y para gobernar. Frío, calculador y por supuesto, un tanto loco dentro de su genialidad. Con un gran concepto de sí mismo, cree que el destino le tiene deparado algo mucho más grande que simplemente ser rey de Montenegro, o como el lo ve "rey en Montenegro" pues para él hasta no asegurar su hegemonía en Dorne, no tiene sentido la sucesión de señores, cada uno atribuyéndose cargos y ciñéndose coronas distintas en sus cabezas.

No le tiene miedo a nada y mucho menos a las consecuencias de sus actos. Sigue la filosofía de la prevalencia del más fuerte y no tiene reparos en utilizar cualquier método posible para satisfacer su incontenible ambición. Es así que aunque en público mantiene las formas respecto al culto de los antiguos, en la intimidad es seguidor de su propia divinidad, a la que, según rumores de los sirvientes, realiza sacrificios de sangre cada vez que necesita ganarse su favor.

Historia

Nació como el tercer hijo del segundo hijo del para entonces ya anciano rey de Montenegro, razón por la cual quedaba bastante lejos del trono, por detrás de su tío, sus primos, su padre y sus dos hermanos mayores. Con el paso de los años quedó claro que no destacaría por su fuerza física, dada su contextura alta pero demasiado delgada y aunque en combate conseguía vencer en ocasiones con el uso de artimañas y engaños sobre su oponente, su educación acabó enfocándose más en aspectos teóricos, a fin de que en el futuro pudiese servir a su tío o sus primos como un valioso senescal o canciller allí donde hiciese falta el conocimiento en detrimento del poder de la nobleza guerrera, enfrascada sin descanso en incontables guerras, muchas veces sin razón, en contra de los demás incontables vecinos que se hacían llamar reyes a sí mismos.

Nunca profesó una gran devoción por los antiguos pero sí, siempre tuvo gran cantidad de sueños en que al despertar describía que había estado volando en distintas situaciones y que llevo a que sus padres pensasen que estaba siendo afectado por la enfermedad de los temblores cuando era pequeño, manteniendo el secreto de la forma de buitre adoptada al ir por las distintas presas en el árido desierto dorniense.

Su aversión por los hombres del Dominio fue lo único que evitó que se acercase a los sabios de antiguo en pos de convertirse en uno más de ellos, optando entonces por buscar el conocimiento en el lejano continente de Essos, pasando más de una década en las tierras más allá del Mar Angosto y con él, el enorme buitre. Durante este tiempo visitó las distintas ciudades de las costas, las cuales por su desarrollo y envergadura lo maravillaron y le abrieron los ojos respecto a los "reyes de migajas" de Poniente, los cuales se pasaban décadas ganando y perdiendo los mismos trozos de tierra yerma en lugar de conseguir una gran estructura centralizada como la que él vio en los grandes imperios como Ghis y Yi-Ti. Llegó con el paso de los años a dominar sus propios poderes y adquirió vasto conocimiento de las distintas culturas, oficiando también como sirviente de reyes, comerciante, mercenario, espía e incluso consiguió pasar tiempos difíciles divirtiendo a los públicos como gladiador en la arena, siendo su condición de ponientí su gran valor agregado. Por supuesto, nunca se presentó a pelear sin estar en pleno conocimiento de todo acerca de su contrincante, de asegurarse de que no pelearía como debía y de que las "sorpresas" del circo, no lo fuesen para él. Ahí también entró en contacto con un secreto culto del cual es adepto desde entonces y que sería determinante en acontecimientos futuros.

Regresó a Dorne hace menos de seis años, pero apenas arribó a sus tierras, tras realizar toda la travesía a lo ancho del desierto haciéndose pasar por un aventurero y acompañado por un par de mercenarios que había conocido y que había atraído con la promesa de una posición de señores, se encontró con uno de sus primos instalado con la corona ceñida en su cabeza. Bastó que se presentara con sus acompañantes en el castillo para que las puertas fuesen abiertas y lo recibieran en el salón del trono como a uno más, poniéndolo inmediatamente a cargo de las cuentas de la fortaleza. Obviamente ya había pasado demasiados años fuera y no esperó ni una semana para que pronto se conociera con consternación la noticia de que un ave gigante había acabado con el rey de Montenegro entre sus garras. La misma noche del funeral los dos hermanos de Benedict tomaron la decisión de vestir el negro y partieron al Muro con suma prisa, cayendo entonces la responsabilidad de gobernar en él. Ascendió en solitario una de las montañas más altas de la cordillera dorniense y regresó cubierto de sangre y con el cuerpo del desaparecido rey en sus manos. Fue coronado y su primera orden fue prohibir el ascenso a la montaña, alegando la posibilidad de despertar al monstruo que allí moraba, mismo monstruo que era y no era él, que había utilizado la sangre del fenecido rey como tributo a su oscuro señor.

Otros

-Puede asumir el control de un buitre de grandes dimensiones a voluntad.
-Conoce acerca de magia y hechizos de distintos tipos.
-No tiene nada personal contra los recién llegados desde Essos.
-Cree que solamente un rey puede gobernarlos a todos y asegurar el orden.
-Desearía emprender la guerra contra los hombres del Dominio en lugar de luchar entre compatriotas.